Analizando las dos promociones de L2 de 1985, en donde en total suman 131 egresados, se obtiene los siguientes datos:
- 1985-I = 60 egresados 20 titulados 14 colegiados
- 1985-II = 71 egresados 24 titulados 15 colegiados
Es decir que en total sólo se han titulado un 33.58%, el restante porcentaje corresponde a un total de 87 egresados, algunos de los cuales no tramitaron ni siquiera su bachillerato. En otras promociones (placas) incluso aparecen “egresados” que tienen la condición de “Suspensión voluntaria” en la ORCE-UNI, que no han regularizado el curso faltante para graduarse.
Acudí a las bodas de plata de esta promoción, antes de saber estas cifras. Al final de la ceremonia, el Decano otorgó unos diplomas recordatorios llamando a cada miembro de la promoción para que se acercara a recibirlo. Lo singular, y que me pareció un enorme logro, es que a todos los llamó Ingenieros. Supuse entonces que nadie necesitaría de mis servicios de asesoría. Meses después supe la verdad de las cifras y los llamé por teléfono; la mayoría (96%) no tenía interés en titularse y argumentaba diversos motivos.
Luego contacté a un miembro de la promoción 1986. Le envié una foto de su placa recordatoria, deseándole que todos sus miembros estuvieran titulados antes de cumplir las bodas de plata. La respuesta fue la siguiente:
Estimado César, muchos de mi Promoción (…) están en USA y Europa, otros están titulados pero no colegiados, otros son empresarios, otros han realizado MBA en prestigiosas instituciones de educación superior. En tal sentido, no sienten la necesidad de completar la otra parte. En todo caso falta una motivación más fuerte. Saludos. |
Mi respuesta fue muy simple: “Sin duda creo que la motivación más fuerte es la de poner fin a una mentira de 25 años”. Y para ilustrar esto una imagen, haciendo analogía al poeta César Vallejo:
.Morí e París con aguacero,
un día que parece fue ayer,
viví la mentira de ser ingeniero,
cuando sólo fui bachiller